09 septiembre 2014

De noche

Salí tarde de la oficina, a las 9 ya no hay tráfico en las calles y la soledad de tránsito me susurra en el oído "vamos, pasa por un cigarro, no te hará daño"; pero no, pongo mi iPod y sigo escuchando Drexler, ha sido mi playlist de la semana, y me empieza a entrar esa melancolía, esa tristeza y derramo las primeras lágrimas desde el día de la noticia. 

Es cierto que falta tanto pero cuando manejo sola tengo tiempo de sobra para pensar y siempre pienso en eso, en lo que sucederá, que haré, y así me inundo de preguntas y si, me pongo triste, no lo puedo evitar.

Siempre sufre más el que se queda.

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