27 marzo 2009

En una calle cotidiana

Siempre tratando de darle un espacio al que no tenga espacio...hoy me encontré con esta sorpresita entre mis correos.

Mi propuesta del mes para el nuevo artista nacional. Disfruten!



Bueno… después de un buen cigarro, y después de tantos pensamientos, me pregunto, ¿Qué paso? ¿Cuándo pasó? ¿Qué me hizo falta? Pensando en como pudiera haberlo hecho mejor, después de un rato de culpabilidad me di cuenta que no soy yo, no fue él, así son las circunstancias y de esa manera tiene que ser, y que es mucho mejor vivir el momento y guardar los recuerdos en una caja de seguridad para que ningún otro recuerdo pueda ser apilado, como documentos en una bandeja de entrada o peor aún en una bandeja de archivo.

Si nuestra memoria o nuestros recuerdos son parte de lo que somos, hay recuerdos que definitivamente quisiera borrar de mi mente, desaparecerlos como desaparece la inhibición durante el acto sexual, borrarlos con un ctrl+alt+delete mental, pero por otra parte hay otros que quisiera saborear, oler y revivir con todas las fuerzas de mi alma y corazón.

Recuerdo que era de madrugada, era una de esas madrugadas locas en las que el clima operaba como la mente de una fémina, simple y sencillamente no se podía predecir ni entender, solo sabías que te tenías que acoplar a la situación si hacia frío, ponerte un suéter o aprovechar la situación para empiernarte con tu pareja o si hacia calor ponerte algo más ligero o de igual forma aprovechar la situación y ¿por qué no? desnudarte con tu pareja y participar de un exquisito baile sensual y erótico.

En mi caso aunque hubiera calor o frió la verdad no me importaba, yo lo que quería era bailar con él, como todo baile necesitaba una buena rola, una canción para que cuando mi presente se convirtiera en pasado y quisiera recordar, mi mente egoísta y aferrada pudiera escuchar esa canción y automáticamente volver a llevarme ahí, a donde estaba en ese momento. Desde siempre me ha encantado oír canciones al momento del acto sexual, cada acto es distinto y la música no solo aporta ritmo además es mi forma de proteger mis recuerdos, y en ese momento, como una conexión extraña, mi lista de reproducción, al azar, lanzó las notas de una canción… “Today is gonna be the day…”

Parecíamos adolescentes, o tal vez necesitábamos sentirnos como tal, para olvidar por un momento nuestras vidas llenas de vaivenes laborales, amorosos, cotidianos, los dos encapsulados en un carro en donde una calle cotidiana era la acompañante perfecta de nuestro arranque de sentimientos, de hormonas, de sudor.

El baile empezó con un abrupto beso, y no era un beso dulce y tierno como nos enseña la cultura cupido, era un beso amargo mezclado con nicotina, cebada y lúpulo, un beso doliente, culpable, sellador, concluyente, testigo y responsable de que mi mente diera vueltas desde hace un par de semanas. El siguiente paso fue mi favorito, quitar los fastidios e impedimentos del camino, la ropa tomada de la mano con el frío poco a poco desapareció dejando al aire dos cuerpos desnudos totalmente distintos en todo sentido, pero almas semejantes, en busca de algún tipo de remedio o medicina para un mal desconocido. Me sentía libre, feliz, sulfurada, arrebatada, extasiada, absorta. Deseaba que esa madrugada durara más y al mismo tiempo quería que terminara ya. Era una confusión total pero, ¿acaso las últimas semanas no habían sido una confusión ya?

Probamos tantas delicias, placeres y pasos, todas nuestras imperfecciones desaparecieron, exploramos tanto en tan poco tiempo, tenía semanas de imaginar ese momento, todas mis ideas y acciones parecían vagas, el tiempo no fue suficiente para concretar cada detalle y ahora que lo veo en retrospectiva… me faltaron millones de detalles que se quedarán descansando en total alboroto en otra parte de mi corteza cerebral llamado imaginación.



Anónimo

03 marzo 2009

Nuevo capítulo...

Eso de cerrar y abrir "círculos" para mi sigue siendo el motivo por el que sigo viva. Creo en el cambio constante, en que todo lo que sucede siempre es para el bien de alguien. En estos 21 años que llevo de respirar aire "puro" he experimentado miles de cosas, de las que no me arrepiento haber vivido, de echo si tuviera la oportunidad de hacer borrón y cuenta nueva seguramente lo volvería a hacer todo exactamente igual.

Hace poco tiempo estuve en un estado de transición grueeeeeeso y como gato callendo de un edificio, caí de pie....y seguí mi camino.

Y hoy, un 2 de marzo, puedo confezar que hay alguien quien ansia salir de clases para verme, hay alguien a quien podré extraniar, a quien le podré pedir besitos y abracitos y que me los de sin dudarlo, a quien trataré de enamorar día a día. Sin más que decir, está nueva etapa que estoy emprendiendo traera un brillo distinto a mis días, y una carga de positivismo que hacia falta por estos "laredos" como dicen por ahí.

.........y que fregados! Llegó la hora de disfrutar y empezar a vivir con una motivación más en mi vida.



LOVE IS IN THE AIR!!!!!