09 septiembre 2014

De noche

Salí tarde de la oficina, a las 9 ya no hay tráfico en las calles y la soledad de tránsito me susurra en el oído "vamos, pasa por un cigarro, no te hará daño"; pero no, pongo mi iPod y sigo escuchando Drexler, ha sido mi playlist de la semana, y me empieza a entrar esa melancolía, esa tristeza y derramo las primeras lágrimas desde el día de la noticia. 

Es cierto que falta tanto pero cuando manejo sola tengo tiempo de sobra para pensar y siempre pienso en eso, en lo que sucederá, que haré, y así me inundo de preguntas y si, me pongo triste, no lo puedo evitar.

Siempre sufre más el que se queda.

02 septiembre 2014

Un año

La semana pasada llegó la noticia, empezó a sonar el teléfono durante horas laborales y lo primero que pensé fue "so it begins" (así como Théoden dice cuando los orcos estan a punto de atacar el Abismo de Helm).  Esa escena siempre me quedó grabada en la mente, la calma antes de la tormenta, y pensé que cuando algo grande sucediera en mi vida así me iba a sentir.

Todavía falta mucho para que suceda la noticia que llego con esa llamada, un año para ser exactos, no pude sacar mis sentimientos como debería, a lo mejor porque se que es una noticia muy positiva y que beneficia en gran cantidad a la otra persona. Quiero mantener mi cabeza libre de cualquier recuerdo que llegue con este proceso.

Yo se y entiendo que ya pase por esto una vez, pero también quiero tener en mente que por mucho que las situaciones se parezcan, no necesariamente tienen que tener el mismo final, por lo que decidí mantenerme tranquila y tratar, aunque sea difícil, de vivir el momento presente, vivir día a día y esperar a que llegué el momento.