A mi por ejemplo me han hecho más fuerte, me han hecho tener prioridades,
y sobre todo a buscar nuevas y mejores formas de tener una vida plena y tranquila.
Así como cuando observas a tus papas discutir en presencia tuya; tienes dos opciones,
o quedarte escuchando sus irracionalidades y formar parte de ese círculo en el que sales
disgustado, triste e inclusive decepcionado, o te marchas y los dejas solos despedazándose
mutuamente con palabras.
Cuando vas manejando y de repente te topas con un tráfico tedioso; puedes estresarte, bocinar,
insultar, poner la radio para atormentarte más al darte cuenta que no hay ninguna noticia al respecto,
oooooo podes poner tu playlist favorito, un CD de tu grupo favorito o en su defecto
tu emisora preferida, cantar a toda voz las canciones y jugar a tocar la batería con tus dedos,
o hacer muecas con la cara cuando tocas un solo de guitarra.
Estas en el trabajo, entra una, dos, tres y hasta cuatro personas al mismo tiempo
a tu oficina a pedirte que les hagas ciertos favores; puedes recibir todas las tareas
que te soliciten de forma agradable y luego ordenarlas prioritaria mente,
o reaccionar agresivamente dejando una mala impresión a las personas que luego
lo manifestarán en tu evaluación al final del año laboral.
La relación con tu pareja no funciona, termina y así de fácil tenes dos opciones;
haces un drama y decís que nunca jamás te vas a volver a enamorar y que ya no podrás
encontrar a alguien igual, pasas llorando meses y años; oooooooooooooooo comenzas a
disfrutar de tus momentos a solas, re descubrir tus pasiones y darte cuenta que el amor
no siempre va a venir solo con la pareja, sino que hay otras fuentes donde lo podes encontrar.
Y así, podría mencionar mil y una formas de simplificar el poco tiempo que pasamos sobre este planeta,
pero confío en que cada quién encuentre el método indicado y contribuya a que todos los que nos rodean tengan una estadía placentera por la tierra y no solo por ellos, sino también por uno mismo, por una vida más digna y sin nada que nos ate a cosas innecesarias.
Libre, que te quiero libre! (como diría el maestrísimo Draco)
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