16 septiembre 2009

Parole, parole, parole...

Siempre es justo y necesario tener un poco de ellas, aunque sea solo para comentar sobre como esta el clima de hoy, o para hacer la tan famosa pregunta: "¿como estas?" aunque ya sepamos la respuesta; las palabras son indispensables; aún después de una gran ausencia, mejor dicho SOBRE todo después de una gran ausencia .

Es realmente asombroso como la falta o en su defecto la abundancia de palabras puede hacer un cambio bastante pronunciado. Como el atender una llamada y que la persona redunde una y otra vez en su pregunta, o a los jefes les haga falta las expresiones para defenderte en una situación donde tu deberias de salir ganando. Siempre hay una salida alternativa para este tipo de situaciones.

Pero lo más difícil para la mayoria de las personas es enfrentar esos mounstrous que aparecen a la hora de tener un contacto más personal, donde pedir disculpas se torna un momento de muchos nervios y ansiedad porque tarde o temprano alguien tiene que dar su brazo a torcer; donde el confesar algun sentimiento se vuelve una hazaña en la cuerda floja. El apoyar la causa de siempre decir lo que piensas para no hacer una tormenta dentro de un vaso.......funciona!!! y podria decir que hace a las personas menos complicadas......aunque existe el riesgo de efectos secundarios.

Nadie tiene nada que perder a la hora de aclarar asuntos; la bomba tiene un relojito y llegará el punto donde explota y ya no hay marcha atrás. El primer paso siempre es el arriesgado, pero vale la pena, como dicen por ahí "más vale un rato colorado que mil descoloridos".

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