No solo de noche, también de dia, de medio dia, en la tarde y a cualquier hora...
y es que me he vuelto tan dependiente de ti.
Es en estos tiempos, cuando el sol se oculta
y le da rienda suelta a las nubes
para cubrir nuestros suelos de agua,
de lluvia,
gotas constantes
que me recuerdan que no estas aquí,
el frío me entumece los dedos y brazos
gritandome que existen tus brazos
donde el calor es perenne...donde me abrigo siempre,
pero esta vez tendrán que resistir su ausencia.